Letra de A La Orilla De La Chimenea, Joaquín Sabina



Puedo ponerme cursi y decir,
Q tus labios me saben igual,
Q los labios q beso en mis sueños,
Puedo ponerme triste y decir,
Q me basta con ser tu enemigo, tu todo,
Tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres también,
Puedo ser tu estación y tu tren,
Tu mal y tu bien,
Tu pan y tu vino,
Tu pecado, tu dios, tu asesino.

O tal vez esa sombra,
Q se tumba a tu lado en la alfombra,
A la orilla de la chimenea,
A esperar, q suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir,
Q no soy el mejor, que me falta valor, 
Para atarte a mi cama,

Puedo ponerme digno y decir,
Toma mi dirección cuando te hartes de amores
Baratos de un rato, me llamas,

Y si quieres también,
Puedo ser tu trapecio y tu red,
Tu adiós y tú ven,
Tu manta y tu frío,
Tu resaca, tu lunes, tu hastío.

O tal vez ese viento,
Q te arranca del aburrimiento,
Y te deja abrazada a una duda,
En mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres también,
Puedo ser tu abogado y tu juez,
Tu miedo y tú fe,
Tu noche y tu día,
Tu rencor, tu porq, tu agonía.

O tal vez esa sombra,
Q se tumba a tu lado en la alfombra,
A la orilla de la chimenea,
A esperar que suba la marea.

O tal vez ese viento,
Q te arranca del aburrimiento,
Y te deja abrazada a una duda,
En mitad de la calle y desnuda.

O tal vez esa sombra,
Q se tumba a tu lado en la alfombra,
A la orilla de la chimenea,
A esperar, que suba la marea.

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