Letra de Donde Habita El Olvido, Joaquín Sabina



Cuando se despertó, 
no recordaba nada 
de la noche anterior, 
"demasiadas cervezas", 
dijo, al ver mi cabeza, 
al lado de la suya, en la almohada... 
y la besé otra vez, 
pero ya no era ayer, 
sino mañana. 
Y un insolente sol, 
como un ladrón, entró 
por la ventana. 
El día que llegó 
tenía ojeras malvas 
y barro en el tacón, 
desnudos, pero extraños, 
nos vio, roto el engaño 
de la noche, la cruda luz del alba. 
Era la hora de huir 
y se fue, sin decir: 
"llámame un día". 
Desde el balcón, la vi 
perderse, en el trajín 
de la Gran Vía. 
Y la vida siguió, 
como siguen las cosas que no 
tienen mucho sentido, 
una vez me contó, 
un amigo común, que la vio 
donde habita el olvido. 
La pupila archivó 
un semáforo rojo, 
una mochila, un peugeot 
y aquellos ojos 
miopes 
y la sangre al galope 
por mis venas 
y una nube de arena 
dentro del corazón 
y esta racha de amor 
sin apetito. 
Los besos que perdí, 
por no saber decir: 
"te necesito". 
Y la vida siguió, 
como siguen las cosas que no 
tienen mucho sentido, 
una vez me contó, 
un amigo común, que la vio 
donde habita el olvido.

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