Sé que hubieras querido ser pirata, para la mitad de las cosas no ver. Y aparte de la pata, el corazón de madera también, para no sentir, para no parecer.
Naciste como tantas otras un día diez, un mes de abril sin lluvia del setenta y tres. Las cinco de la tarde, taurina hasta para nacer.
Muleta, espada y tiento luces para triunfar,
faenas con empaque sin poder sospechar que un día tu vida se torna de calma en cruel tempestad.
Galera bucanera que te puso a remar, así cuentas la historia de tu error marital. Entre rones y banderas que dibujan calaveras, la galera viento en popa a toda vela va.
Galera bucanera que te puso a remar, así cuentas la historia de tu error marital. Entre rones y banderas que dibujan calaveras, la galera viento en popa a toda vela va.
Te duermes en laureles en el noventa y tres,
altar de barrio, traje largo, qué bien te ves.
Con sólo veinte años, tan niña, de niña a pobre mujer.
Remaste entre tormentas, te dejaste la piel.
Te tuvo condenada a cinco años y un mes, maldices sus olores a rones, la tiera prometida se fue.
Galera bucanera que te puso a remar, así cuentas la historia de tu error marital. Entre rones y banderas que dibujan calaveras, la galera viento en popa a toda vela va.
Galera bucanera que te puso a remar, así cuentas la historia de tu error marital. Entre rones y banderas que dibujan calaveras, la galera viento en popa a toda vela va.