Ben a lavar a Jesucristo. Ven a dorar, vamos a dorarle.
Yo vendo adorando y alabando a Jesús, por que el me ha regalado a mí la vida y la luz. Yo le adoro con el alma y no sé si lo haces tú. Pero yo sí que me gozo en su presencia de virtud. Vamos todos y cantemos al que murió en la cruz, para limpiar el pecado que nos tenía sin luz. Levantemos nuestras manos en victoria y en magnitud, demos todo un aplauso al que nos regalo la Luz. Yo quiero que levantemos Una alabanza al cordero, que se escuche en todo el mundo hasta que llegue allá a los cielos. Demostremos que unidos adoramos al carpintero, el que nos dio toda su vida por amor en un madero. Coge el arpa y el pandero con el piano y el guarero. Y si te faltaba algo yo seré el tamboreo. Y por si acaso te falta aquí ya está la batería, solo falta que tú la toques y esto se encienda en seguida.
Ben a lavar a Jesucristo. Ven a dorar, vamos a dorarle.
Yo no me paro, yo sí que le adoro donde quiera. En el trabajo o en la escuela, una canción llevo en mi lengua. Donde sea que yo este yo le adoro al verdadero, porque él se lo merece el es Dios de mis anhelos. Toda tú vara y vallados a mí me fundirán aliento, y donde quiera que yo este te alabare en todo momento. No importa que te digan que estás loco y sin idea, no te lleves mira de eso y adora le como puedas. Diles a esos hermanitos que se encuentran a tu lado Que solamente Jesucristo les limpiara sus pecados, Y a la hora de las pruebas él les extenderá su mano. No te pares de cantarle ni de darle adoración, Y que todos aquí unidos demos gloria al rey de Sion. Y recuerden que se debe alabarle con unción, Con las palmas y las danzas me gozo en la a adoración.
Ben a lavar a Jesucristo. Ven a dorar, vamos a dorarle.
Ben adorar, adorar, alabarle. Ben adorar, adorar alabarle.
Ben a lavar a Jesucristo. Ven a dorar, vamos a dorarle.
Ben adorar, adorar, alabarle. Ben adorar, adorar alabarle.