No sé qué ocurrió para olvidarnos
de lo que ayer planeábamos juntos hacer
entre vasos rotos. Quizás
te sientas hoy mucho mejor o no,
sentado en tu banco alquilado
viendo cómo pasa el tiempo, estás tan muerto.
El sueño cayó envuelto entre versos
de meditación mientras todo crece al revés
encerrado en casa. Tal vez,
tú sólo quieras olvidar o no,
hoy te doy el último aviso
y es que no te queda nada y que estás muerto.
No sé qué ocurrió para olvidarnos
de lo que ayer planeábamos juntos hacer
entre vasos rotos. Tal vez,
tú sólo quieras olvidar o no,
hoy te doy el último aviso
y es que no te queda nada y que estás muerto.
Estás tan muerto.
Estás tan muerto.
Estás tan muerto.