Eran las diez de la noche,
piloteaba mi nave.
Era mi taxi un Volkswagen
del año 68.
Era un dia de esos malos
donde no hubo pasaje.
Las lentejuelas de un traje,
me hicieron la parada.
Era una rubia preciosa
llevaba minifalda.
El escote en su espalda
llegaba justo a la gloria.
Una lágrima negra rodaba en su mejilla.
Mientras que el retrovisor decia: