Aquí estoy, esperando el abrazo de la vida al final
de una adolescencia casi de puntillas. Con tus mismas dudas, mordiéndome el corazón.
Aquí estoy, con los pies descalzos y las manos
aún vacías sin pudor, con el pecho golpeando en la camisa. Sin saber muy bien qué quiero, sin saber si esto que siento es amor.
Aprendiendo a vivir, y a empezar cada día, con tantas ganas de tí, que me muero si me miras.
Aprendiendo a luchar contra mi rebeldía, intentando ser fiel a la voz de mi interior.
Aquí estoy, sin aliento en el desierto de mi cama
cada amanecer.
Para subirme al tren del que todos hablan, tan sincera y tan ingenua. sin reverso, sin remedio como tú, como tú.
Aprendiendo a vivir, y a empezar cada día, con tantas ganas de tí, que me muero si me miras.
Aprendiendo a luchar contra mi rebeldía, intentando ser fiel a la voz de mi interior.
Que tras esas nubes yo sé que cielos azules han de aparecer. Que nunca podré olvidar mi primer amor.
Aprendiendo a vivir, y a empezar cada día, con tantas ganas de tí, que me muero si me miras.
Aprendiendo a luchar contra mi rebeldía, intentando ser fiel a la voz de mi interior.
Que grita en mi interior.