Escuchadme so mierdas, en tós los sellos me cago.
Voy a dejar de una puta vez el tema zanjado. No os fiéis de un maricón tatuado, como el de discos, que no es más que un mamarracho. ¿Quién pollas le da permiso pa' ridiculizar al rap sacando discos a niñatos de mierda?. Daréis el campanazo, eso seguro, cuando mi mano abierta en vuestros rostros os endiñe un guantazo cerdos y diamantes. ¿Qué coño saben con esas edades si aún no se han quitao ni los pañales?.
Como éstos tres pavos, 600 grupos han fracasado; revistas, entrevistas, al final acaban siendo un recuerdo. Éste maestro de ceremonias cantando en los 600 entierros, ya forman parte del trayecto. El rap es para enamorados, crucificados por aquellos que nunca lo han llorado. Ya no me pregunto por qué en el rimadero no sonamos, o en Madrid se dan por culo unos cuantos. A Los Jondo, Universal no los para. Hagan lo que hagan, a éste pavo no lo callan. Sin miedo a que nos manden pa' chuparla, volveremos a subir maquetas y batiremos toas las marcas.
Mi secreto es ser muy sincero, por ellos nos aman los canis, los chanos y los súper raperos. Ahora arremetan como hicieron con el Afoot; un tío de puta madre como compañero, el único que supo con arte y talento, en Sevilla teñir la música de negro. Pero no me hagan caso, que sólo soy un lelo,
y sé que paso demasiadas horas enfrente la PlayStation. Pero tranquilo que tus mierdas me las quedo, y siempre habrá momentos pa' cagarme en todos vuestros muertos.