NecesitarÃa que me transformara
una ciencia oculta, algún arte de magia,
en la nave que deja esta tierra maldita
y navega rumbo a tu orilla sagrada.
NecesitarÃa volverme invisible
para entrar secretamente a tu morada
y poder hacerme impalpable, inaudible,
para deslizarme hasta el fondo de tu alma.
Para que no intuyas que estoy al acecho
necesitarÃa no ser casi nada,
la inquietud apenas que agita tu pecho
como una jaurÃa de perros fantasmas.
NecesitarÃa un ángel, por lo menos,
para verte desde las cornisas altas,
y un plumaje firme que aguante los truenos
mientras la tormenta grita en tu ventana.
NecesitarÃa un pozo de silencio
donde sepultase mis palabras vanas,
y quizás un dÃa ver que forma tengo
cuando me refleje limpio en tu mirada.
NecesitarÃa luz de plenilunio
y prender candiles en tu espejo de agua,
fuego en tu ribera de cauce nocturno
y viento propicio en tus velas izadas.
Tiempo del desierto necesitarÃa,
o del mar que insiste y rompe las amarras,
para despertarte de tu sueño de ave
y pulsar tus cuerdas como las guitarras.
NecesitarÃa lo que ya no tengo,
esa cercanÃa de luna mojada;
y mientras me tardo porque estoy volviendo
necesitarÃa que no me olvidaras.