Letra de Capitulo 2, Jose Hernandes



Ninguno me hable de penas,
porque yo penado vivo,
y naides se muestre altivo
aunque en el estribo esté,
que suele quedarse a pie
el gaucho mas alvertido.

Junta esperencia en la vida
hasta pa dar y prestar
quien la tiene que pasar 
entre sufrimiento y llanto;
porque nada enseña tanto 
como el sufrir y el llorar.

Viene el hombre ciego al mundo,
cuartiándolo la esperanza,
y a poco andar ya lo alcanzan 
las desgracias a empujones;
! la pucha, que trae liciones
el tiempo con sus mudanzas!

Yo he conocido esta tierra
en que el paisano vivía 
y su ranchito tenía
y sus hijos y mujer...
era una delicia el ver 
cómo pasaba sus días.

Entonces... cuando el lucero
brillaba en el cielo santo,
y los gallos con su canto

Mas letras de Jose Hernandes: