Tenia tres casas de vicio
y un corazón de plomo
su fuerte era el contrabando
la hierba y el polvo de oro
tenia sucursal en Juárez
en Denver y en San Antonio.
Andaba con aduanales
con gentes muy bien paradas
con militares de rango
valientes y muy plantados
con hombres de migración
alcaldes y diputados.
Le decían la venus de oro
porque era chula de veras
con un cuerpazo muy lindo
no era una mujer cualquiera
era una potranca de esas
que no requerían escuelas.
La noche que la agarraron
fue cosa ya del destino
al ir a cruzar la aduana
se le interrumpió el camino
traía seis kilos de droga
ocultos en el vestido.
Le dieron prisión por vida
sus casas se las quemaron
y todas sus pertenencias
también se las embargaron
y no le quedo ni orgullo
porque hasta eso le quitaron.
Las hembras que caen al vicio
terminan siempre en el lodo
y otras en la prisión
pidiéndole a dios socorro
así se encuentra hoy penando
mi amiga la venus de oro.