Una estrella
La tarde huía
se escondía de repente.
Apareciste imponente
entre todas las estrellas,
misteriosa, inesperada,
radiante, angelical,
templada, sensual,
pura y tan bella.
En un beso infinito
nuestros labios de unieron,
los cuerpos se fundieron
y perdimos la razón.
Nos deseamos, nos palpamos,
nos amamos, nos sentimos
y caímos vencidos
consumidos de pasión.
Pero el sol me sorprendió
y ya no estabas a mi lado,
te busque desesperado
con mis ansias resurgidas.
Sentí al no encontrarte
una enorme desazón
y lloro mi corazón
sin entender tu partida.
Me quede en aquel lugar
respirando tu aroma
y aguardando que las horas
te trajeran junto a mí.
La noche apareció,
tu no la acompañabas
y al ver que no llegabas
derrumbado me rendí.
Fue en ese momento
donde mire hacia el cielo
aguardando el consuelo
que mate tu ausencia.
Pero un vacío gigante
solamente descubrí,
pues no estabas allí...
faltaba una estrella.